La destacada trayectoria de María en el sector de lujo y en la industria de las revistas de moda y estilo de vida en Europa cimentó su gusto exquisito y su profunda apreciación por la belleza. Sin embargo, fueron sus frecuentes viajes a los exóticos paisajes de Asia los que despertaron su verdadera pasión: el arte de la joyería.
Seducida por el encanto intemporal de las piezas antiguas, el meticuloso hacer de los artesanos locales y las gemas deslumbrantes, María emprendió un viaje transformador. Se sumergió en el mundo de la gemología, dominando técnicas ancestrales e insuflándoles una creatividad renovadora, revitalizando así tradiciones de joyería milenarias de la creación de joyas. Así, María comenzó a forjar su propio legado, creando joyas exquisitas que encarnan la perfecta armonía entre tradición e innovación.
El verdadero valor de nuestras creaciones radica no solo en la calidad de las gemas naturales que utilizamos, sino también en nuestro firme compromiso con el bienestar y condiciones de quienes las extraen, así como en nuestro profundo respeto por el medio ambiente.
Nuestro objetivo es dar a conocer todo el proceso detrás de la extracción de gemas, enfatizando sobre su impacto en el planeta y en las comunidades que trabajan en las minas.
Sri Lanka, antiguamente conocida como Ceilán, es venerada como la «Joya del Océano Índico,» un título que refleja su incomparable abundancia de gemas. Este paraíso tropical, moldeado por antiguos fenómenos geológicos, alberga vastas minas que producen zafiros de fama mundial, celebrados por su excepcional calidad y pureza. Pero más allá de los zafiros, Sri Lanka es un auténtico tesoro de turmalinas, piedras lunares, granates, amatistas y otras 70 variedades, cada una de ellas reflejando la riqueza natural y la diversidad única de la isla.
La minería de gemas en Sri Lanka es un ejemplo de prácticas tradicionales, socialmente responsables y sostenibles. Los mineros artesanales, guiados por la sabiduría de generaciones, extraen estas preciosas gemas utilizando métodos ecológicos ancestrales. Su dedicación garantiza que cada gema no solo sea una maravilla de la naturaleza, sino también el resultado de prácticas laborales éticas y justas.
La pasión de María por los viajes la llevó a las hipnóticas costas de Sri Lanka, donde eligió la histórica ciudad de Galle, en la costa sur de la isla, como el centro del taller de producción de Oona. En este fascinante lugar, maestros artesanos elaboran cada pieza de joyería con un cuidado y atención al detalle inigualable.
María trabaja estrechamente con estos maestros orfebres en cada etapa del proceso de creación, asegurando que cada pieza sea un testimonio de su experiencia y pasión colectiva. Nuestras joyas están realizadas con una exquisita selección de gemas naturales de Sri Lanka, obtenidas con prácticas éticas y seleccionadas a mano por su belleza y calidad excepcionales. Cada pieza encarna el espíritu de la artesanía tradicional y el encanto de una elegancia sostenible.
